Características
El síndrome de Lowe o síndrome oculo-cerebro-renal es una enfermedad multisistémica que asocia un síndrome de De Toni-Debré-Fanconi con un retraso mental grave y anomalías congénitas oculares y neurológicas.
El síndrome de Lowe o síndrome oculo-cerebro-renal es una enfermedad multisistémica que asocia un síndrome de De Toni-Debré-Fanconi con un retraso mental grave y anomalías congénitas oculares y neurológicas.
Las cataratas congénitas son la base para el diagnóstico. Algunos pacientes pueden desarrollar glaucoma bilateral. También, se ha observado microftalmía y enoftalmos y disminución de la agudeza visual. En el primer año de vida aparece una intensa hipotonía e hiporreflexia que, generalmente, son las primeras manifestaciones neurológicas. Hasta un 50% de estos pacientes pueden tener convulsiones. La mayoría tienen un retraso intelectual moderado pero su rendimiento se ve comprometido porque, con frecuencia, presentan alteraciones conductuales como obstinación, crisis de irritabilidad y movimientos estereotipados. La alteración renal, que consiste en una disfunción tubular proximal, no está siempre presente en el momento del nacimiento, sino que aparece durante el primer año de vida y se manifiesta como un fallo de medro.
Junto a las manifestaciones clínicas antes mencionadas aparece una acidosis tubular proximal, con pérdida de bicarbonato, aminoácidos y fosfato, poliuria y proteinuria. La hiperaminoaciduria es generalizada y más leve que en la cistinosis. La fosfaturia puede conducir a un raquitismo renal que si no se trata puede favorecer la aparición de fracturas patológicas. Además de la disfunción tubular renal, estos pacientes tienen una disminución del aclaramiento de creatinina que, eventualmente, les conduce a una insuficiencia renal terminal. Debido a la heterogeneidad alélica mostrada por el gen OCRL, el diagnóstico prenatal mediante análisis molecular se limita a las familias en las que ya se conoce la mutación. Hay una prueba de diagnóstico de aplicación más general sobre la base de las pruebas bioquímicas (por la medición de fosfatidilinositol 4,5-bifosfato 5-fosfatasa actividad en cultivo de amniocitos).
El patrón de herencia es recesivo ligado al cromosoma X. El gen del síndrome de Lowe codifica una proteína que se ha denominado OCRL. Esta proteína es en un 51% idéntica al inositol polifosfato 5-fosfatasa. Estos resultados sugieren que el sindrome de Lowe es un error innato del metabolismo del inositol fosfato. Se trata del primer desorden genético humano que afecta a esta vía metabólica. Las anomalías del metabolismo o del transporte del inositol han sido implicadas en la patogenia de las cataratas y de la neuropatía periférica en la galactosemia y en la diabetes mellitus. Las células de los pacientes con síndrome de Lowe tienen una elevada concentración de fosfatidilinositol 4,5-bifosfato, el substrato de la proteína OCRL. Se ha demostrado una anomalía celular del citoesqueleto de la actina en fibroblastos de pacientes con síndrome de Lowe. Para el estudio genético será necesario el envío de muestra de los progenitores junto con el caso índice.
El tratamiento es sintomático. Los defectos visuales deben ser tratados lo más pronto posible dado que impiden que el niño obtenga un rendimiento pleno de sus posibilidades. El control de la función renal ha de ser muy estricto. Debe liberalizarse la ingesta de agua para compensar las pérdidas urinarias y administrarse sales alcalinas cuando los niveles de bicarbonatemia estén por debajo de 20 mEq/l. El suplemento de fosfato debe monitorizarse con los niveles del ión y con los marcadores de remodelado óseo dado que tanto los hallazgos clínicos como los radiológicos de raquitismo son tardíos.
Es sombrío debido a la ceguera, el retraso mental y la posibilidad de evolucionar hacia una enfermedad renal crónica terminal.
Son las ya descritas, es decir, cataratas, glaucoma, nistagmo de búsqueda, frotamiento de ojos, retraso mental grave, hipotonía muscular, desmineralización difusa y raquitismo (debido al síndrome de Fanconi) y la posibilidad de evolucionar hacia una enfermedad renal crónica terminal.